Rotura del tendón de Aquiles - Diagnóstico y tratamiento
El tendón de Aquiles es el más fuerte y grande del cuerpo humano. Se encuentra en la parte posterior de la pierna y es crucial para el movimiento. Su principal función es permitir la flexión del pie y la elevación del talón al caminar o correr.
7/12/20242 min read
La ruptura del tendón de Aquiles ocurre cuando este se desgarra parcial o completamente. Esta lesión puede ser el resultado de un esfuerzo excesivo, una caída o un movimiento brusco, y es más común en deportistas, especialmente en deportes que implican saltos o cambios de dirección.
Síntomas:
Los síntomas de una ruptura del tendón de Aquiles pueden variar, pero los más comunes incluyen: dolor agudo, que se puede presentar como una sensación de un golpe o chasquido en la parte posterior de la pierna, inflamación alrededor del área afectada, dificultad para caminar, aparición de hematomas en la parte baja de la pierna, dificultad para mover el pie o el tobillo, principalmente para realizar la flexión plantar.
Diagnóstico:
El diagnóstico de una ruptura del tendón de Aquiles, se basa principalmente en un buen examen físico donde se evalúan signos como la pérdida de la flexión plantar fisiológica, la presencia de un GAP (brecha) a nivel del cuerpo del tendón. Se realiza la prueba de Thompson que nos indica si hay o no activación del tendón y adicionalmente se pueden solicitar estudios de imágenes como lo son, una ecografía o una resonancia magnética para evaluar la extensión de la lesión.
Tratamiento:
El tratamiento de una ruptura del tendón de Aquiles puede ser conservador o quirúrgico, dependiendo de la gravedad de la lesión:
Tratamiento conservador : Este enfoque incluye:
Inmovilización del tobillo con férula o una bota ortopédica
Reposo para evitar actividades que agraven la lesión.
Aplicar frío local en la zona para reducir la inflamación.
Realizar ejercicios específicos para mejorar la movilidad y fortalecer el tendón.
Tratamiento quirúrgico: En casos severos, se puede recomendar una cirugía para reparar el tendón. La cirugía implica en los casos agudos suturar los extremos del tendón y en los casos crónicos realizar alargamiento tendinoso, transferencia de otros tendones para suplir la función del tendón de aquiles o utilizar injertos para unir los tejidos.
Rehabilitación:
La recuperación de una ruptura del tendón de Aquiles puede llevar varios meses. Es crucial seguir un programa de rehabilitación diseñado por tu ortopedista. Algunas etapas clave en el proceso de recuperación incluyen:
Inmovilización con férula o una bota ortopédica para estabilizar el pie.
Ejercicios de estiramiento del tendón y recuperación de la movilidad del pie.
Ejercicios específicos para fortalecimiento del tendón y prevención de futuras lesiones.
Prevención de Lesiones:
Para evitar una ruptura del tendón de Aquiles, es importante:
Realizar estiramientos antes de cualquier actividad física.
Incluir en la rutina de entrenamiento ejercicios para fortalecer los músculos de la pantorrilla.
Escuchar al cuerpo. No ignorar el dolor y descansar cuando sea necesario.
La ruptura del tendón de Aquiles es una lesión seria que requiere atención inmediata y un enfoque adecuado para su tratamiento y recuperación. Con el cuidado y la rehabilitación adecuados, es posible volver a las actividades cotidianas y deportivas, pero siempre es importante prestar atención a la salud de nuestros tendones y prevenir futuras lesiones.
Si experimentas síntomas de una posible ruptura, no dudes en consultar a tu Ortopedista. ¡Tu salud es lo más importante!